Imagen tomada de Internet. http://www.periodistadigital.com
Casi al filo de la madrugada del día Miércoles 13 de octubre de este 2010, los 33 mineros atrapados desde hace mas de dos meses en la mina San José, en nuestro hermano país de Chile , a 700 metros de profundidad, comenzaran a ser sacados de su encierro involuntario.
Haciendo una reflexión sobre este acontecimiento, trato de trazar un paralelo con el reto que hemos tenido el pasado 8 de octubre con la iniciativa de escribir sobre la convivencia y de resultas me encuentro, que no debe haber sido nada fácil, mantenerse coherente y con los valores bien altos sepultados a 700 metros de profundidad, sin saber si saldrían con vida. No soy Psicólogo, para poder dar un complejo y sesudo análisis de como actúa el pensamiento humano, bajo circunstancias extremas, pero como simple ser pensante razono, que el objetivo principal de salir vivos de esa situación los llevo a mantenerse en calma y unidos.
La esperanza y la fe en sus fuerzas y en los que trabajaron para rescatarlos los ha mantenido tranquilos y seguros.El respeto hacia el otro, en sus creencias, en sus pensamientos, en sus gustos y modos, los ha llevado a convivir en paz, ayudandose en los momentos dificiles, estrechándose en abrazos contenedores y dándose palabras de aliento, aferrándose cada uno al sentimiento de amor hacia sus seres queridos y a sus creencias religiosas.
Creo que no hace falta que este inmenso mundo que nos da albergue, tenga que pasar por alguna situación comprometida, como para tomar conciencia que debemos ser solidarios y luchar todos juntos por el bien común.
Estos 33 mineros nos han dado un ejemplo.
Sean bienvenidos hermanos.
Tinta Roja
Octubre 2010
Haciendo una reflexión sobre este acontecimiento, trato de trazar un paralelo con el reto que hemos tenido el pasado 8 de octubre con la iniciativa de escribir sobre la convivencia y de resultas me encuentro, que no debe haber sido nada fácil, mantenerse coherente y con los valores bien altos sepultados a 700 metros de profundidad, sin saber si saldrían con vida. No soy Psicólogo, para poder dar un complejo y sesudo análisis de como actúa el pensamiento humano, bajo circunstancias extremas, pero como simple ser pensante razono, que el objetivo principal de salir vivos de esa situación los llevo a mantenerse en calma y unidos.
La esperanza y la fe en sus fuerzas y en los que trabajaron para rescatarlos los ha mantenido tranquilos y seguros.El respeto hacia el otro, en sus creencias, en sus pensamientos, en sus gustos y modos, los ha llevado a convivir en paz, ayudandose en los momentos dificiles, estrechándose en abrazos contenedores y dándose palabras de aliento, aferrándose cada uno al sentimiento de amor hacia sus seres queridos y a sus creencias religiosas.
Creo que no hace falta que este inmenso mundo que nos da albergue, tenga que pasar por alguna situación comprometida, como para tomar conciencia que debemos ser solidarios y luchar todos juntos por el bien común.
Estos 33 mineros nos han dado un ejemplo.
Sean bienvenidos hermanos.
Tinta Roja
Octubre 2010
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